lunes, 23 de abril de 2007

Exponen antiguos mapas del Perú dibujados durante la colonia

La cartografía es una manifestación artística y sin duda los mapas antiguos reflejan mucho mejor este concepto. Ver estas delicadas obras de arte, con sus hermosos gráficos, sus monstruos marinos y seres mitológicos dibujados y con letras meticulosamente dispuestas, nos hace viajar en el tiempo. Es un placer observar cómo la forma de los continentes, los bordes de los países y la ubicación de territorios se fueron modificando a medida que pasaban los años y fuimos conociendo cada vez mejor la geografía del planeta. Es excitante pensar también que hace no mucho tiempo no teníamos ni idea de cómo era en realidad la tierra que habitamos. La sensación de ingenuidad e inocencia se mezcla con la admiración por el avance de la ciencia, por el desarrollo del hombre.

"El documento cartográfico más antiguo que tenemos es un mapa del Perú que forma parte del famosísimo libro de mapas 'Theatrum Orbis Terrarun', obra de Abraham Ortelius, que es el primer conjunto de cartas geográficas del siglo XVI", nos cuenta el director del Archivo General y Documentación del Ministerio de Relaciones Exteriores, el embajador Iván Pinto.

Esta exposición, en la que se muestran reproducciones ampliadas de hermosos mapas de los siglos XVI, XVII y XVIII, que forman parte de la colección del Archivo General y Documentación del Ministerio de Relaciones Exteriores, es también una excelente oportunidad para conocer mejor la historia de nuestro país.

Por ejemplo, vemos los primeros mapas en los que empieza la representación oficial del Perú. El primero solo muestra el país hasta Tumbes, hasta donde habían llegado los españoles. A medida que pasan los años, se va dibujando la costa del Perú y, por lo tanto, la de nuestro continente. "Lo interesante es que desde el primer mapa del Perú que hizo Gutiérrez los nombres de las ciudades , salvo Trujillo y Jaén, aparecen en las lenguas locales. Esto es raro, pues el Perú es uno de los pocos en tener este privilegio", apunta el embajador Pinto. Estos mapas reflejan el interés de la corona española por reafirmar su dominio, y como el Virreinato del Perú fue el más extenso de la corona española, tenía una gran importancia en la cartografía.

Los mapas del S. XVI se hicieron en Flandes, que era parte del imperio español, pero cuando dejó de pertenecer a la corona española se siguieron haciendo, pues el Perú se convirtió en importante objetivo de los asaltos de corsarios y piratas.

Los mapas exhibidos son en su mayoría flamencos y están adornados con viñetas con personajes mitológicos, con ballenas y dibujos de los habitantes oriundos, aunque extrañamente trazados.

EL DATO
El arte cartográfico
El cartógrafo trazaba los mapas basándose en las descripciones de los itinerarios de los navegantes. Estos describían las distintas ensenadas, bahías, penínsulas e islas frente a las costas. Estos datos luego se contrastaban con el conocimiento del navegante para que le confirmase que el contorno que había dibujado era el correcto. Los errores eran frecuentes. Por ejemplo, cuando se establece el Virreinato del Perú en 1542 regía la división del mundo entre España y Portugal conocida como el Tratado de Tordecillas, que concedió una punta extrema de América para el reino de Portugal y todo el resto para el reino de España, que se llamaba el Virreinato del Perú. En el S. XVI un cartógrafo alemán malinterpretó la descripción de Américo Vespucci y puso como nombre América a nuestro continente.

Entre los mapas destacan el del Perú del cosmógrafo virreinal Diego Méndez, que se incluyó en la célebre edición del libro Theatrum Orbis Terrarun (1584), de Abraham Ortelius. También hay ejemplos de la fina y elaborada labor de la cartografía holandesa del siglo XVII como el mapa del Perú visto desde el Océano Pacífico (1647), realizado por Jan Jansson; y otro de la América Meridional (1669), de Guillaume Sanson, geógrafo de Luis XIV. Las piezas seleccionadas pertenecen a un período en que el arte de la cartografía producía singulares mapas ornados. La dimensión didáctica que se les daba hacía que en ellos se fusionaran el saber histórico y geográfico con el arte y la fantasía, característica completamente ausente en la cartografía científica actual.

Algo más
En el centro cultural Inca Garcilaso (jirón Ucayali 391, Lima). De martes a domingo de 10.30 a 19.00 horas. Ingreso libre.

FUENTE: DIARIO EL COMERCIO/ ANDINA

MAS INFO:
http://www.andina.com.pe/NoticiaDetalle.aspx?id=123579

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