Por Nelly Luna Amancio
Una misa de Viernes Santo fue el escenario perfecto de un robo. El ladrón ingresó a la Catedral de Huancavelica y se llevó un lienzo colonial donde se representaba la cuarta estación del Vía Crucis. De este cuadro no se supo más. Tampoco del paradero de los delincuentes. La policía investiga.
Lo que sigue puede ser con seguridad, el propio vía crucis que enfrentan la mayoría de piezas coloniales saqueadas de las iglesias del país, y que en un 70% de los casos salen por Puno, en la frontera con Bolivia. Un viaje que, según la Interpol, acabará en Europa o Estados Unidos, alimentando colecciones privadas o las ofertas de alguna galería. Cuando las investigaciones concluyan (o se archiven), la imagen del lienzo sustraído escapará de la memoria de sus auténticos propietarios: la comunidad.
Con algo de suerte (y pericia), el destino del patrimonio robado cambia. Algunas veces --la policía calcula que en menos del 5% de los casos-- se encuentra los bienes. Es entonces cuando empieza el capítulo siguiente de su historia. El Ministerio de Relaciones Exteriores inicia un proceso legal para recuperar la posesión de estos bienes, para después intentar repatriarlos. Sin embargo, este trámite puede tardar más meses de lo esperado.
Hace unas semanas el subsecretario de Política Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores, Santiago Marcovich, declaró a una revista del INC que en el sótano de una casa de Copenhague, en Dinamarca se hallaron cerca de mil piezas antiguas, entre peruanas, ecuatorianas y bolivianas, pero que hasta el momento no podían regresar. "El problema es que no tenemos convenio con ese país, estamos trabajando en conjunto para su recuperación. No será fácil sin un convenio que nos respalde", dijo.
Algo similar ocurre con las piezas incautadas en otros países. De acuerdo con la información oficial proporcionada por la subsecretaría en cuestión, están por repatriar ceramios precolombinos de Hamburgo, en Alemania, México y Nueva Zelanda; pinturas coloniales de Colombia y Chile; textiles precolombinos de Houston, en EE.UU.; piezas arqueológicas de Colorado; y obras históricas y artísticas de la Embajada del Perú en Uruguay.
Explicaron que en la mayoría de estos países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Italia, Alemania) se necesitará la contratación de abogados para la defensa y representación legal del Estado Peruano, el envío de expertos para verificar la autenticidad de la pieza, legalizaciones, traducciones, entre otros trámites".
La demora en la repatriación, sin embargo, tiene que ver con algo más que un engorroso procedimiento administrativo: el dinero. Así lo reconoce Luis Repetto, miembro del Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en Inglés). "No hay dinero para estos asuntos, por eso las piezas pueden esperar durante meses en los depósitos de aduanas de estos países o en otros espacios poco apropiados", señala.
¿Cuánto cuesta repatriar el patrimonio? La Subsecretaría de Política Cultural sostiene que dependiendo de las características de cada uno de los casos, se requiere de un presupuesto específico (dijeron que no pueden determinar la exactitud o un aproximado de estos, pues las cantidades varían en cada situación). Precisaron que un proceso de repatriación implica, entre otros detalles, medidas de seguridad antes de remitir el bien al Perú (cajas de seguridad, vigilancia, embalaje, seguro de transporte) y legalización y traducción de documentos. Por su parte, la historiadora Mariana Mould sostiene que lo que hace falta, más que dinero, es una real voluntad política por la protección del patrimonio.
El Ministerio de Relaciones Exteriores reconoce que uno de los aspectos más importantes de la repatriación es "contar con un presupuesto determinado para cubrir todos los gastos que se deriven de ese proceso". Este monto, indicaron, tiene que ser asignado por el Ministerio de Economía y Finanzas. "El tema se viene trabajando con el Instituto Nacional de Cultura y otras entidades a fin de determinar la manera más adecuada para proteger el patrimonio cultural de la nación ilegalmente exportado", indicaron.
El artículo 35 de la Ley General de Patrimonio Cultural de la Nación, N° 28296, señala que Relaciones Exteriores es el encargado de la restitución del bien integrante del patrimonio cultural de la nación en los casos que ilegalmente hayan sido exportados o permanezcan fuera del país. La misma ley sostiene que las embajadas, consulados y representaciones permanentes del Perú en el exterior están obligadas a informar al Ministerio Público y al organismo competente la existencia o exhibición no autorizada y la comercialización en el extranjero de bienes integrantes del patrimonio.
PIEZA OFERTADA
De otro lado, a propósito del reportaje publicado el último lunes, donde se denunciaba la existencia de una pieza arqueológica que se oferta en la galería norteamericana Heritage, el director del INC de La Libertad, Enrique Sánchez Maura, precisó que el ceramio cupisnique "que es objeto de remate, no es el mismo que fue robado en 1991 del Museo de Sitio de Chan Chan".
Un informe técnico emitido por el director del Área de Patrimonio del INC-La Liberad, César Gálvez Mora, precisa que la pieza que se está subastando corresponde a la cultura Cupisnique (1500 a.C.), pero es distinta a la que un grupo de delincuentes armados robó junto a otras cinco piezas procedentes de una tumba de élite en La Mina, valle de Jequetepeque.
Del consultor: La espera para volverLUIS REPETTO
Consejo Internacional de Museos
La restitución del patrimonio cultural extraído ilícitamente del país es una responsabilidad compartida entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Instituto Nacional de Cultura (INC) y la Interpol, que en la mayoría de los casos presta su invalorable ayuda. ,luis repettoConsejo Internacional de Museos
Sin embargo, para hacer una labor más efectiva es indispensable dotar de un presupuesto a nuestra cancillería a fin de que la devolución de estas piezas --que constituyen la memoria colectiva de nuestro país-- sea más rápida. En muchas misiones diplomáticas se encuentra material arqueológico e histórico que espera la 'oportunidad' para retornar al país.
Propuesta para inventariar bienesLa Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación crea el 2004 un registro informatizado de los bienes históricos, artísticos y arqueológicos del país. El área encargada de este inventario es la Subdirección de Investigación y Registro del Patrimonio Mueble del Instituto Nacional de Cultura (INC). Sin embargo, como señaló El Comercio en un reportaje publicado el 1 del presente mes, este registro no se actualiza constantemente. Sin este inventario actualizado y sin un seguimiento de las piezas robadas o perdidas, la protección de los bienes será imposible.
Ante ello, un grupo de parlamentarios ha presentado un proyecto de ley para declarar de interés nacional el inventario, elaboración y conservación del registro patrimonial informatizado. Entre los motivos, sostienen que hasta el momento "no se ha levantado información de los bienes culturales de nuestro país, más allá de los que han sido materia de registro por sus propios poseedores".
La iniciativa legislativa precisa que esta norma permitirá contar con un registro unificado, actualizado y servirá como instrumento principal para que el INC pueda conservar el patrimonio.
ARTICULO PUBLICADO EN EL DIARIO EL COMERCIO/ 21 DE ABRIL
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