lunes, 30 de junio de 2008

Operación rescate en Lima Norte

ARTICULO PUBLICADO EN EL SUPLEMENTO DOMINGO DEL DIARIO LA REPUBLICA

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En ruinas. La casona de la Hacienda Caballero en el kilómetro 31 de la carretera a Canta, en Carabayllo.

En los veinte años que la señora Hilda Navarro vive frente a la casa hacienda Santiago de Punchauca nadie le había dicho –hasta hoy– por qué vienen tantos estudiantes y turistas extranjeros a visitar ese monumento que es carcomido por el olvido.

No sabe que en ese lugar el 2 de junio de 1821 se reunieron el libertador José de San Martín y el virrey La Serna para negociar la independencia del Perú. A la señora Hilda le interesa más hacer historia con la venta de gaseosas y golosinas. Más que por su legendario pasado histórico, el nombre de Punchauca es conocido por pasajeros, cobradores y choferes que se desplazan por los últimos kilómetros de la avenida Túpac Amaru, en Carabayllo, debido a que a escasos diez metros de la casona en ruinas se encuentra el paradero final de la empresa de transportes 11 de Noviembre.

En el antiguo territorio que ocuparon realistas y libertadores bajan pasajeros cansados y vendedores de golosinas. La casona, a pesar de su importancia, se cae a pedazos y solo un ambiente conserva el techo y piso originales.

Pese al descuido de muchos de sus monumentos, la riqueza cultural en los distritos del norte de Lima es un tesoro a flor de tierra que podría generar muy buenos ingresos para sus pobladores. De allí el interés de la Universidad Católica Sedes Sapientiae en ubicarlos.

En total se han registrado 114 monumentos y construcciones antiguas. Por el momento Sedes Sapientiae ha desarrollado visitas guiadas con estudiantes para que conozcan el valor de las zonas que habitan. La siguiente tarea consistirá en crear circuitos turísticos abiertos al público en general y conseguir recursos para desarrollar proyectos de recuperación.

No muy lejos de la casona de Punchauca, en el kilómetro 31 de la carretera a Canta, también en Carabayllo, se encuentra la casa hacienda Caballero, una construcción colonial abandonada en una zona que ofrece una vista privilegiada del valle del Chillón. La casa tiene tres niveles y paredes de adobe de casi medio metro de ancho, además de elementos traídos de Europa como sus baldosas, algunas de las cuales aún permanecen en su lugar original.

Esta hacienda, que pertenecía a Juan Caballero, uno de los hacendados más poderosos de Lima en el siglo XVII, se convirtió en una de las más importantes del valle por su producción de frutos y ganado. Cuando los españoles trajeron la costumbre de las corridas de toros, la hacienda Caballero se encargó de la crianza de los toros de lidia para las corridas de Acho. Al pisar sus ambientes y contemplar el valle, el historiador César Cortez, de la Sedes Sapientiae, sueña con la reconstrucción del monumento y que en el lugar se instale un restaurante. "Sería hermoso con la vista que ofrece y por el valor que tiene la casona", manifiesta.

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Sobrevive. En la casa hacienda Infantas, en San Martín de Porres, funcionan un nido, un comedor y una agencia municipal.

Pero hay restos arqueológicos en esta Lima Norte a los que no se necesita viajar mucho para tener contacto con la historia. En el parque principal de la urbanización Tungasuca, en Carabayllo, aún quedan más de cien metros de los restos de una inmensa muralla levantada con grandes bloques de adobes trapezoidales de casi un metro de ancho. La construcción fue hecha por los Collis, una cultura de la época inca que gobernó parte del valle del Chillón. Se dice que la muralla se extendía desde la desaparecida fortaleza de esa cultura, ubicada a la altura del kilómetro 14.5 de la avenida Túpac Amaru, hasta el mar.

"Hay mucho trabajo por hacer en todo Lima Norte en cuanto a recuperación histórica. Se debe propiciar que los municipios mantengan los monumentos para que no se sigan deteriorando, luego se podría buscar auspicios del extranjero para la restauración", sostiene Cortez.

NO MÁS INDIFERENCIA

La tarea de rescate también es de los profesores y estudiantes de la zona, por eso el Programa de Defensores del Patrimonio Cultural de Lima Norte ha reunido a un grupo de alumnos de la Universidad Católica Sedes Sapientiae con la misión de colaborar en su protección y difusión.

El drama es que un mar de cemento y ladrillo amenaza con llevarse esta riqueza histórica. Por ejemplo, la zona conocida como Cerro Pro, entre las avenidas Huandoy y Confraternidad, en Los Olivos, está amenazada por la venta de terrenos. El lugar es un recinto amurallado de piedra y barro y es el punto arqueológico de mayor altura de Los Olivos, se estima que pudo haber sido ocupado desde tiempos de la Cultura Lima (200 a.C - 600 d.C) hasta el siglo XVI.

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Histórica. A pesar de su valor histórico, la casa hacienda Punchauca se encuentra olvidada.

Otro es el caso del centro ceremonial Garagay, entre las avenidas Angélica Gamarra, Tomás Valle y Universitaria, en Los Olivos. Su descuido ocasionó el deterioro y a ello contribuyó hasta el propio Estado, por una mala delimitación. Pensar que los escolares de los distritos de la zona podrían aprender historia con solo salir a caminar y conocer el territorio que pisan.

No tendrían que gastar ni un sol para ir a la casa hacienda Infantas, la residencia de origen colonial que perteneció a Jerónimo Infante del Real, la cual ha sobrevivido al tiempo y se encuentra en la urbanización Infantas, en San Martín de Porres. Ahora la casona está acorralada por viviendas de uno y dos pisos. En sus instalaciones funciona un nido, una agencia municipal y un comedor popular. Ni autoridades municipales ni pobladores se han dado cuenta del atractivo que sería para este barrio restaurar esta casona y convertirla en un lugar de peregrinaje para estudiantes y turistas.

RIQUEZA CULTURAL AL NORTE DE LIMA

Zonas arqueológicas

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Preínca. Ruinas de El Paraíso, muy cerca del aeropuerto Jorge Chávez.

• Centro ceremonial Huacoy. Margen izquierda del kilómetro 22 de la avenida Túpac Amaru.

• Murallas de Tungasuca. Urbanización Tungasuca, Carabayllo.

• Fortaleza de Cantamarca. A 5 km de Canta.

• Petroglifos de Checta. A la altura del km 42 de la carretera a Canta.

• Centro Ceremonial Buenavista. A la altura del km 39 de la carretera a Canta.

• Centro Ceremonial Garagay. Entre avenidas Universitaria y Angélica Gamarra.

• Centro Ceremonial El Paraíso. A 5 km del aeropuerto Jorge Chávez.

• Cerro Pro. Entre avenidas Huandoy y Confraternidad, en Los Olivos.

Museos

• Museo de Ancón. Prolongación Jorge Chávez s/n, Ancón.

• Biblioteca-Museo Juan José Vega. A cinco cuadras de la Casa Hacienda Punchauca.

•Museo Colli. Pasaje Libertad 253, tercera zona de Collique, Comas.

Construcciones coloniales

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Deterioro. Exteriores de la casona Infantas.

• Capilla de la hacienda Pro. Cerca de la actual urbanización Pro, en Los Olivos.

• Casa Hacienda Garagay, entre avenidas Angélica Gamarra, Universitaria y Tomás Valle.

• Hacienda Caballero. En el km 31 de la carretera a Canta.

• Iglesia Santa Rosa de Quives, a la altura del km 63 de la carretera a Canta.

• Hacienda Chocas. En el km 34 de la carretera a Canta.

• Hacienda Punchauca. En el km 25 de la vía a Canta.

• Iglesia San Pedro de Carabayllo. En el km 4.5 de la avenida Huarangal.

Entrevista al último virrey

ARTICULO PUBLICADO EN LAREPUBLICA.COM.PE

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Señor de la guerra. Vicealmirante chileno Patricio Lynch, comandante en jefe del Ejército de Ocupación en el Perú. Estudio fotográfico Courret.
Aquel fue el momento más trágico de nuestra historia republicana. Andrés Avelino Cáceres había sido derrotado, el 10 de julio de 1883, en Huamachuco. En Lima, desde Palacio de Gobierno, el comandante en jefe del Ejército de Ocupación, Patricio Lynch, gobernaba el país.

Aquí, sin ninguna oposición, preparaba los términos que llevarían a la rendición del Perú y al Tratado de Ancón. Tales eran su poder y su influencia en aquellos momentos que inclusive aceptó conceder una entrevista al diario norteamericano The New York Herald. En Chile lo llamaban el último Virrey del Perú.

La entrevista, de la que transcribiremos buena parte, por momentos podrá sorprendernos por la admiración que parece profesar el corresponsal norteamericano a Patricio Lynch y que difiere del recuerdo sanguinario que conservamos los peruanos del almirante chileno por las responsabilidades que desempeñó durante el saqueo al norte del Perú en 1880 y la ocupación de Lima a partir de 1881

Sin embargo, no olvidemos que la entrevista es realizada por un periodista ajeno a la causa del Perú y también sorprendido por el hecho de que Lynch converse con él en inglés. Durante su juventud Patricio Lynch había servido en la marina de guerra británica durante las guerras del opio en China, siendo inclusive condecorado por la conducta que demostró en aquella ocasión.

El corresponsal, cuyo nombre no quedó consignado junto al texto, comienza su artículo explicando cómo se vivía en Lima en aquellos días. Afirmaba que para muchos militares y personal civil chileno el tener que abandonar el Perú sería algo que podrían inclusive lamentar.

Puede ser, respecto a la horda de empleados civiles chilenos que están apercibiendo los derechos municipales o de Aduana, que pocos de ellos son de mucha capacidad y que difícilmente podrían ganar en su país lo que obtienen en el Perú, que consiguen cincuenta o setenta y cinco por ciento más de lo que se paga en Chile por iguales "colocaciones" y que estarán apurados para conseguir empleos cuando cesen sus actuales ocupaciones.

Y puede ser que respecto a los quince mil hombres que Chile mantiene al norte de Arica, el hecho de que se les dá "gratificaciones" votadas con liberalidad, en adición a la paga ordinaria; que el servicio de guarniciones, es agradable; que las expediciones al interior, tan duras (como la última contra Cáceres) a las que el almirante Lynch les obliga a veces, no son de frecuente ocurrencia.

EL PALACIO DE LOS VIRREYES

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Ejército de ocupación. Batallón chileno Victoria en Lima (Estudio Fotográfico Courret).
Sobre Palacio de Gobierno se comenta lo siguiente:

Es un edificio extenso, irregular, sin carácter, de varias clases de arquitectura y diversas épocas; siendo una parte del tiempo de Francisco Pizarro.

La entrevista se realiza en el cuarto particular de recibo de Lynch.

Un cuarto con tapicería de color oscuro y tomando vista sobre la calle del Palacio, que conduce de la Plaza al antiguo Puente de Piedra construido sobre el Rímac… Esto era parte de los departamentos que ocupaban los presidentes del Perú y de donde el dictador Piérola huyó con tanta prisa después de la batalla de Miraflores.

Al momento de conocer a Patricio Lynch, el corresponsal norteamericano lo describió de la siguiente manera:

A pesar de tener más de sesenta años el Almirante, tiene un semblante tan elástico, una cara tan poco arrugada y gastada y maneras tan poco afectadas, que es imposible atribuirle su edad, ni con quince años de diferencia. Su cabello corto y negro no está todavía mezclado con canas, ni tampoco su tupido y recortado bigote, y sus negros ojos son tan vivos como en la juventud. La elegancia de su figura produce una impresión, que hace creérsele más alto de lo que en realidad es. Lo encontré esa mañana llevando el uniforme de la marina chilena (que se asemeja al nuestro) y sentado delante de su escritorio.

Preparando su cigarrillo y moviendo un montón de documentos que cubría la mesa, dirigió su atención hacia el borrador de una carta que en el vapor pasado había dirigido al señor don Joaquín Godoy, ministro de Chile en Washington, relativo a la batalla de Huamachuco y sus probables consecuencias políticas.

Habiéndole preguntado al Almirante cuál era su opinión sobre el poder de recuperación del Perú, me contestó:

–La condición actual del país no es ciertamente de prosperidad; pero considerando el grado y la duración de su desorganización política interna, que su Capital y sus puertos han sido ocupados militarmente por más de dos años y medio, su comercio y su industria se han sostenido admirablemente. Esto es debido sin duda y en gran parte al fuerte elemento extranjero en el Perú y me atrevo a decir también a lo correcto de la administración chilena.

CONTRIBUCIONES Y CUPOS

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Vencedor. Oficial del Batallón Talca con carabina peabody martini (Estudio Fotográfico Courret).
–Pero señor Almirante –interrumpiéndolo–, hay evidentemente muchas contribuciones introducidas por las autoridades chilenas de las que se quejan los peruanos.

–A primera vista, las fuertes contribuciones que han sido colectadas, así como los cupos que han sido exigidos, en ciertos círculos, pueden ser considerados, lo confieso, como crueles o injustos; pero hay que tener presente que, tuvieron un doble objeto: primero, obligar a los peruanos a que vuelvan en sí y que traten sobre la paz de un modo serio; y segundo para ayudar a nuestros fuertes gastos y evitarnos la necesidad de aumentar después nuestros reclamos en los futuros arreglos con el Perú. Nuestro objetivo ha sido siempre una pronta paz y en las condiciones más suaves de las que corresponden a nuestras victorias y sacrificios.

LOS OBSTÁCULOS DE LA PAZ

–Pero –observé yo–, Lima cayó en poder de Chile el 17 de enero de 1881, y hoy día estamos a 13 de agosto de 1883.

–La triste condición financiera del Perú, su no cumplimiento de contratos con sus acreedores mucho antes de la guerra y su consiguiente descrédito, hacían que todo proyecto de indemnización a Chile que no fuera basado sobre una cesión de territorio, no fueran sino palabras vanas. Por consiguiente, mientras el Perú declaraba que no estipularía una cesión de territorio, tal declaración cerraba prácticamente la única salida posible para un arreglo: incluía el abandono de toda idea de paz.

El Almirante añadió: Chile, en las condiciones que exigía, no hacía más que seguir los antecedentes de los Estados Unidos en sus arreglos con Méjico hace 35 años y con el antecedente más reciente, el de Alemania respecto a Francia.

–Pero, señor Almirante –pregunté–: ¿El importe de lo que se saca del Perú no excede a los gastos que exige la ocupación militar?

–No, no excede –contestó él–. Sé que se dice que el Tesoro Chileno reporta ventajas pecuniarias de la ocupación; pero puedo asegurar que esto es un error, y que si se toman en consideración todos los gastos que la ocupación impone, se verá que dicho Tesoro aumenta una pérdida con cada día de ocupación.

IGLESIAS

Entonces el Almirante continuó con mucho énfasis: Al fin un valiente militar y un patriota bien intencionado, el general Iglesias, se ha presentado para redimir su país. Le damos toda clase de auxilios; le damos dinero y armas; derrotamos a sus enemigos y le damos prestigio. ¿Con qué objeto? Para que pueda venir la paz

Después añadió: Hemos evacuado el Norte del Perú; hemos dado al gobierno de Iglesias la valiosa Aduana de Salaverry (puerto de Trujillo) y sólo por razones de humanidad no sacamos a nuestras tropas de otros muchos lugares porque las poblaciones quedarían saqueadas sin piedad por merodeadores peruanos, si las evacuáramos.

Aquí el Almirante encendió otro cigarro y continuó:

Ahora o nunca, tiene que establecer el Perú un Gobierno moderado y honrado, y es de esperar que lo que ha sobrevenido podrá ser una lección útil a los peruanos para saber disciplinarse.

En cuanto a mí –continuó el Almirante–, si Ud. me permite hacer una observación personal, relativa a mi observación personal, relativa a mi administración en este país, le diré que nunca he traspasado los límites de lo que me obligaba, un deber doloroso, pero ineludible: y nunca he olvidado que no soy únicamente soldado chileno, sino que yo, como el enemigo, somos del mismo barro.

LA POLÍTICA D ELA EXPOLIACIÓN

Una vez terminada la entrevista, y a pesar de la evidente simpatía por el almirante Lynch que profesaba el autor, que era el corresponsal en Lima del New York Herald, se incluye un análisis de la situación en aquel momento de la Guerra del Pacífico en los siguientes términos:

En las tres campañas de Tarapacá, Tacna y Lima ha habido un salvajismo de parte de la soldadesca chilena, que por cierto no reprimió la oficialidad, que era quizás incapaz para reprimir. Algunos de los oficiales la excitaban.

Después de la ocupación de Lima, el sistema de expoliaciones fue perseguido de un modo tan deliberado que legítimamente se puede estigmatizar con el nombre de sistema político.

La desgracia de Chile es que no puede desmentir ese testimonio. Los hechos son demasiado evidentes para cualquier observador. Los están afrontando en los recuerdos militares; los muertos en cada campo de batalla; las desmoronadas murallas de Chorrillos y Miraflores; las salas vaciadas y jardines expoliados de Lima también están afrontando en el rostro de los de Chile… podrían citarse otros muchos ejemplos de expoliación pero los que he citado son suficientes para dar a conocer una faz de esa larga guerra que no honra a los vencedores.

PRENSA AMERICANA

New York Herald
7 de septiembre de 1883.

lunes, 23 de junio de 2008

Programas educativos para escolares en la Casona de San Marcos



Nota de Prensa
Centro Cultural de San Marcos


¡Conoce la historia del Perú a partir de la historia de la Universidad de San Marcos, la más antigua de América!
La Dirección de Turismo del Centro Cultural de San Marcos presenta sus Programas Educativos para Escolares:



PROGRAMA I
CONOCIENDO LA CASONA DE SAN MARCOS

Se realizará una visita por las instalaciones de la Casona de San Marcos, hoy Centro Cultural de la Universidad.

De lunes a sábado en el horario de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.

El costo es de S/. 1.00 por alumno.

PROGRAMA II

LA CASONA DE SAN MARCOS Y SU ENTORNO

Los lugares a visitar serán: la Casona de San Marcos, el Panteón de los Próceres y el Parque Universitario.

De lunes a sábado en el horario de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.

El costo es de S/. 4.00 por alumno.


PROGRAMA III

SAN MARCOS HISTÓRICO


Además de visitar las instalaciones de la Casona, se realizaran recorridos por aquellos monumentos participes de la historia de la Universidad de San Marcos, como la Catedral de Lima y el Convento de Santo Domingo, primera sede de la Universidad.

De lunes a sábado en el horario de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.

El costo es de S/. 6.00 por alumno.

PROGRAMA IV

VISITAS GUIADAS TEMÁTICAS


Guiados Temáticos preparados acorde a la actual currícula educativa y en base a intereses y necesidades del centro de estudios y del docente, para los cuales se hace uso de los siguientes espacios:

  • La Casona de San Marcos
  • El Panteón de los Próceres
  • El Parque Universitario.


PROGRAMA V

CIRCUITO VOCACIONAL


Tiene por finalidad brindar información detallada acerca del proceso de admisión y oferta educativa a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y orientación al estudiante en la elección de la carrera profesional mediante la aplicación de un Test de Interés Vocacional, todo ello complementado con una visita a la Casona de San Marcos.

De lunes a viernes de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.

El costo es de S/. 5 nuevos soles por alumno.


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INFORMES Y RESERVACIONES


Dirección de Turismo.

Centro Cultural de San Marcos

Av. Nicolás de Piérola 1222,

Parque Universitario,

Centro Histórico de Lima

Teléfono: 6197000 anexo 5206

Email: turismo.ccsm@unmsm.edu.pe

Horario de atención

De Lunes a Sábado

De 9:00 a.m. a 6:00 p.m.


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Visitas Guiadas
De lunes a viernes de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.


Tema

Ambientes a visitar

Costo por alumno

Tiempo de

Recorrido

La Educación Colonial

La Casona de San Marcos

S/. 3.00

60 min.

La Guerra con Chile

La Casona de San Marcos

S/. 3.00

1:20 min.

Las órdenes religiosas en el Perú

La Casona de San Marcos

El Panteón de los Próceres

S/. 4.00

1:20 min.

Escolástica e Ilustración

La Casona de San Marcos

El Panteón de los Próceres

S/. 4.00

1:20 min.

El proceso de la Independencia

La Casona de San Marcos

El Panteón de los Próceres

S/. 4.00

1:20 min.

Intelectuales en San Marcos

La Casona de San Marcos

El Panteón de los Próceres

El Parque Universitario

S/. 5.00

1:40 min.

Perú Colonial

La Casona de San Marcos

Resolución de ficha de trabajo

S/. 5.00

1:40 min.
























Importante.- el alumno recibirá material exclusivamente preparado para la visita temática realizada.



Pagina del Centro Cultural San Marcos:

http://www.ccsm-unmsm.edu.pe/